Cómo cuidar un cachorro pequeño (II)

Cachorro bichón maltés - Criadero CantillanaSi en el artículo Cómo cuidar un cachorro pequeño (I) os dábamos una serie de pautas a tener en cuenta en la cría de tu cachorro centrándonos en sus tres primeras semanas de vida, en este post vamos un poco más allá y te enseñamos cómo debes educarlo a partir de entonces. De esta manera, a continuación vamos a hablar del adiestramiento de tu perro, cepillado y baño, dentición y masticación, atención sanitaria, dieta y ejercicio, entrenamiento básico, cómo viajar con él y su alimentación.

 

ADIESTRAMIENTO EN CASA

Comienza el adiestramiento de tu cachorro en casa desde el principio. Establece una rutina regular de alimentación y sácalo de paseo con frecuencia para que haga sus necesidades, especialmente cuando se despierte. Si le ves caminar en círculos o gimiendo cerca de la puerta, son signos seguros de que necesita salir al exterior rápidamente.

Cuando haya hecho sus necesidades, asegúrate de alabarle. Desde luego, pueden producirse accidentes, pero cuando suceda no le levantes la voz; tampoco es conveniente que le pegues o le frotes el hocico en sus excrementos. Es demasiado joven para relacionar las reprimendas y los excrementos y, simplemente, sentirá miedo y confusión. Cuando termine, sácalo fuera rápidamente y felicítale.

 

CEPILLADO Y BAÑO

El cepillado regular es esencial para los perros jóvenes, ya que no sólo elimina el pelo muerto, la suciedad y los parásitos, sino que también estimula el aporte de sangre hacia la piel, con un pelaje de aspecto más sano y brillante. Haz que el cepillado se convierta en una experiencia agradable y aprenderá rápidamente a quedarse quieto o sentarse sin hacer ruido, algo que también ayudará cuando visites al veterinario. Usa un equipo especial para el cepillado del perro, no tu viejo cepillo sin púas. En tu tienda de animales te podrán aconsejar sobre el que mejor le convenga a tu perro, según su raza.

En cuanto al baño, hazlo sólo cuando lo necesite. Demasiados lavados pueden eliminar los aceites esenciales de la piel, haciéndola más mate y menos impermeable al agua. Para bañarlo, usa la bañera o la pila, algo de agua templada y un champú de calidad. Frota su cuero cabelludo a medida que viertes el agua sobre él. Echa suavemente el champú y acláralo. A continuación, lávale la cabeza, procurando que no le entre agua en los ojos y oídos. Acláralo bien y frótalo con brío con una toalla. Cuando haga buen tiempo, puedes dejarle fuera para que se seque por sí solo; de lo contrario, seca el pelaje en un sitio cálido. Asegúrate siempre de que tu can está completamente seco o, de lo contrario, se enfriará.

DENTICIÓN Y MASTICACIÓN

Para ayudar a que salgan todos los dientes y deje de morder los muebles, tu cachorro necesitará algún objeto indestructible como puede ser un hueso de goma o una pelota para masticar. Asegúrate de que estos productos tienen el tamaño adecuado para que no los pueda tragar. Evita los huesos de verdad, ya que pueden astillarse y asfixiarle. Juega con tu perro y su mordedor: dáselo en cuanto comience a morder un objeto ‘prohibido’ diciéndole firmemente ‘No’. Acuérdate de felicitarle cuando mastique su propio juguete.

Para controlar el sarro y la placa dental, es aconsejable nutrirlo con un alimento seco, ya que le ayudará a aflojar los dientes de leche y acelerar así el proceso de dentición. Si la boca de tu cachorro es muy sensible, ablanda la comida sumergiéndola primero en agua. Es importante que este alimento seco sea completo y equilibrado, que no necesite suplementos extra y que no lleve ningún potenciador del sabor.

No hay que olvidar que el alimento seco puede parecer, a primera vista, más caro. Cuando calcules el coste por día, verás que, en realidad, es muy económico. Si tu perro muestra una falta de apetito persistente durante la dentición, consulta con el veterinario antes de cambiar de alimento.

 

ATENCIÓN SANITARIA

La correcta atención sanitaria debería comenzar inmediatamente y continuarla durante toda la vida del animal. Al igual que la dieta y el ejercicio, el cuidado del cachorro implicará controles y visitas periódicas al especialista.

Los cachorros son susceptibles a cualquier enfermedad contagiosa, por lo que es aconsejable realizar una visita temprana a tu veterinario. Las primeras vacunas se administrarán ya a las 6-8 semanas de vida. Para una protección completa, deberás volver al veterinario para que éste le administre varias inyecciones.

Acostumbra al perro a ser tratado y hazle tú mismo los controles periódicos. Comprueba sus ojos, orejas, boca, patas, uñas, piel y pelaje. No dudes en consultar a tu veterinario si observas algo fuera de lo normal.

 

CÓMO DETECTAR ENFERMEDADES

A menudo, puedes pensar que tu cachorro no se siente bien y una rápida visita al veterinario te ayudará a confirmar que algo no marcha correctamente. Deberás buscar los signos siguientes de una posible enfermedad:

  • Pérdida de apetito y rechazo del agua.
  • Pérdida o aumento de peso súbitos; merma de peso gradual prolongada.
  • Lentitud o rechazo a jugar o hacer ejercicio.
  • Micciones demasiado frecuentes o escasa.
  • Heces con sangre o blandas, sin forma; diarrea.
  • Vómitos persistentes.
  • Salivación excesiva o respiración irregular.
  • Pelo sin brillo.

 

DIETA Y EJERCICIO

La dieta y el ejercicio son vitales para el bienestar de tu cachorro. Al ser muy juguetones y enérgicos, debes asegurarte de que realizan el ejercicio adecuado. La cantidad exacta de ejercicio variará, naturalmente, según la raza y es el veterinario o el criador quién debe aconsejarte sobre el tema. También es el responsable de dar al perro la nutrición que necesite desde el principio. Como estos temas son tan importantes, se comentan más adelante en otra sección de este manual.

Fuente: Facilísimo y Eukanuba.